viernes, 14 de enero de 2011

Amigo invisible bloguero: REGALAZO

Tenía pendiente esta entrada y aquí la tenéis, escrita mientras escucho Les Miserables, por cierto =) (lovely ladies...nanananá)
Cuando fui a Correos para recoger el paquete que me habían enviado "alguien", me entregaron esto:


Gracias al remitente, puede ver que quién me regalaba era @pieman815, Nacho para los amigos =)
El regalo rellenaba todo el paquete, muy duro... Siento la broma tan original!!xD Lo abrí y me encontré con esta gran sorpresa!!!


El gran Brick me daba la bienvenida a la carpeta!!xDD En las distintas secciones de la carpeta, Nacho las había ido dividiendo en distintos géneros de la televisión y series, poniendo los logos o fotos de mis series favoritas y haciendo siempre algún comentario, la mayoría acertado =P Podéis ver algunos ejemplos aquí:




La última parte de la carpeta tenía una sorpresa en forma de DVD:


Tenía grabadas las series británicas Single Father y Sherlock... Por ahora solo he visto el primer capítulo de esta última y he quedado encantado, más no me ha podido gustar =)
Sólo me queda agradecer a Nacho el trabajo invertido en la carpeta, la originalidad, la buena elección de las series y el cariño que se desprender del regalo :D
Y para el año que viene quiero más iniciativas como el amigo invisible bloguero, que no me quede gritando como nuestro héroe Jack Bauer ;)

sábado, 6 de noviembre de 2010

2ª edición del Amigo Invisible Bloguero

Saco del baúl de los recuerdos veraniegos a este blog para traeros algo incluso más original que un relato. Se trata de una iniciativa creada por AdictoTv en su blog http://queridatele.blogspot.com/ para recibir un regalo muy especial en Navidad de cualquier bloguero q se haya apuntado y vayamos conociéndonos mejor xDD
Las bases son muy sencillas:
1- Hasta el 15 de noviembre está abierto el plazo de inscripción. Para ello debes dejar un comentario con tus ganas de participar en el blog de AdictoTv  en esta entrada
2- Escribir una reseña en tu blog, como esta mía, para q la iniciativa sea conocida por más gente.

Esperando como loco estoy para ver el sorteo de Adicto y quién me toca como amigo invisible!!xDDD
Animáos!!

viernes, 10 de septiembre de 2010

Mi Musa (IV - Final)

Episodio 4

- De lo único que me doy cuenta, Poeta, es que ya es hora de despertarse y afrontar tu verdadera realidad. Piensa, piensa y encontrarás la respuesta. ¿Recuerdas esa noche en la que me conociste y describiste todo mi cuerpo? Al terminar tu trabajo te miraste al espejo pero no conocías a la persona que te devolvía la mirada. Te fuiste acercando poco a poco al espejo hasta que tus ojos se pusieron a la altura de los otros y te hicieron un guiño. Siempre has tenido conciencia de tu propia personalidad pera esa noche te fue imposible reconocerte en esa imagen reflejada, la cabeza te empezó a dar vueltas y corriste hasta tu buhardilla sin tapar mi cuerpo atravesado con tu cuchillo.

- ¡Ya lo recuerdo! La policía te encontró a la mañana siguiente mientras un gato lamía la sangre coagulada del cuchillo con el que te maté. Nadie hizo preguntas pues era normal que una prostituta apareciera muerta en cualquier pensión de mala muerte. ¡Yo necesitaba hacer lo que hice para darme cuenta de la fragilidad del ser humano y esa delgada cuerda que separa la vida de la muerte, intentándola cortar para después atarme a ella, mi Musa! Fue entonces cuando empecé a notar tu presencia enferma en mi habitación, como si hubieras salido de un cuento de Giovanni Papini. No eras una mujer real, una mujer como las demás, una mujer con huesos y músculos, una mujer generada por mujeres. Eras nada más que la figura de un sueño, hecha de la misma sustancia que ellos. Existes porque hay uno que te sueña. Hay uno que duerme y sueña y te ve obrar y vivir y moverte y en este momento sueña que has dicho todo lo que llevo escrito. Cuando yo empecé a soñarte, tú empezaste a existir; cuando me despierte cesarás de existir. ¡Tú eres una imaginación, una creación, un huésped de mis largas fantasías nocturnas!

- Y ya es hora de despertarse, Poeta. ¡Deja que el frío termine de consumir todo mi ser que tú has soñado y deje de existir! La verdadera creación de un artista empieza ahora, cuando se da cuenta del verdadero significado del arte y lo que se puede llegar a hacer para alcanzarlo. ¡Encontraste a tu Musa pero la has vuelto a perder! Abre los ojos, no tengas miedo. Cuenta la historia que has soñado y muestra al mundo quién fue tu verdadera Musa, la auténtica sustancia que te hizo viajar a otros mundos y movía tu mano para que dibujaras las sombras de tu pasado. Yo ya me marcho, me desvanezco en tu memoria, me desintegro en miles de pedazos que iluminarán a otros hombres de la misma manera que lo hice contigo

- ¡Todo se vuelve luz, la oscuridad se convierte en penumbra y las sombras se marchan contigo, mi Musa! Sabes que eres la única a la que he amado, tú me has mostrado mi verdadera naturaleza, lo que mueve a mi ser. Eres humo que se introduce por todos los poros de mi piel y me permite reconocerme en el espejo, saber que quien me mira al otro lado del cristal soy yo mismo en otro mundo, viviendo una vida que no me pertenece pero que debo contar para que el mundo pueda reconocerte a ti también. ¡Tú me has dado todo lo que soy y gracias a ti la miseria inunda mi vida, mi mente no diferencia la vigilia del sueño y escribo diatribas que nunca deberían ser leídas!

viernes, 3 de septiembre de 2010

Mi Musa (III)

Episodio 3

El Poeta sabía que se estaba haciendo tarde y la Musa tendría que irse con o sin él. Los habitantes de la noche poco a poco regresaban a sus escondites, donde pasarían otra mañana en vela abrazados a su pipa de hachís o haciendo cola en cualquier albergue de la beneficencia. La mayoría fueron algún día miembros de una familia burguesa, liberal en sus ideales pero que vivían a la sombra del árbol de la apariencia, simples fachadas. Estos Hijos de la Revolución no entendían de convencionalismos y vomitaban sobre la tradición cada vez que se sentían mal y echaban la culpa de su miseria a las familias que nunca les aceptaron. Cada uno de ellos tenía su propia historia llena de vergüenzas y engaños que los había convertido en seres marginales, odiados por sus propias familias. Eran animales incomprendidos cuyo arte intentaba reflejar sus conflictos internos, utilizando a veces métodos que la razón humana no entendía, medios por los cuales viajaban a otros mundos que les iluminaban mientras algo en su cabeza iba poco a poco desconectándose, riéndose de su venganza futura, esperando el momento oportuno para que la verdadera droga hiciera su efecto y la palabra locura apareciera reflejada en sus ojos inyectados en sangre.

- Al final has conseguido que no duerma en toda la noche, mi Musa. Me pasó lo mismo durante ese tiempo en el que me seguían los “farfadets” ¿recuerdas? No podía librarme de esos diablillos negros y peludos que corrían detrás de mí y me causaban tantas desgracias. Algunos bohemios ya me habían hablado de ellos, incluso de aquel escritor, Charles Berbiguier, que tuvo que suicidarse ya que esos demonios a las órdenes de Satanás no le dejaban vivir. Yo creía que era mi olor el que les atraía y quemé el único abrigo que tenía desde que abandoné mi casa hace siete años y que nunca me quité, para a ver si así los “farfadets” dejaban de seguirme. Lo único que conseguí fue una pulmonía al lavarme en las aguas del Sena y helarme al salir de ellas, sin un cuerpo al que abrazarme al llegar a casa. No sabía dónde estabas, mi Musa, y lo único que escuchaba al llegar a casa eran los chillidos de esas criaturas, que me hacían romper todo lo que encontraba a mi paso.

- ¡Esos gritos eran míos, Poeta! Cada vez que llegabas a tu buhardilla con ese brillo en los ojos yo me temía lo peor y me bebía rápidamente la copa de absenta que tenía preparada para cuando empezaran los golpes. Balbuceabas palabras sin sentido mientras me empujabas contra el suelo, y lo único que entendía entre golpe y golpe era que me llamabas “madre”. Yo te decía que estabas equivocado, que no fui yo la mujer que poco a poco te fue adentrando en el mundo de la droga para que la hicieras caso. ¡Nunca podría haber engendrado una criatura para criarla con el único fin de inculcarle un odio a su padre para que así le matara y yo me quedara con todo su patrimonio! ¡No fui yo quien te obligué a vivir esta vida de perro que llevas, Poeta! Tu madre ahora toma el té con la aristocracia mientras tú te resbalas en tu propia mierda y no consigues ir a pedirla ayuda por no poder recordar ni siquiera su nombre ni la casa en que te criaste. ¡Estás condenado a vivir este infierno que se ha convertido en el peor invierno de tu vida, tiritando de frío por no poder llevarte nada que fumar a la pipa!

- ¡Mientes, no sabes lo que dices! Una Musa no puede rebelarse a su creador, insultar a la persona que la hizo famosa entre los bohemios. ¿No te das cuentas de quién es mi verdadera droga? Eres tú, mi Musa. Sin ti no puedo vivir ya que puse en tu persona todas mis energías, mi alma en la que tú ahora clavas el cuchillo de tu odio. ¡La más grande creación literaria al servicio de una puta! ¿No te das cuenta?

viernes, 27 de agosto de 2010

Mi Musa (II)

Episodio 2

Un grito hizo temblar el filo de la noche y el Poeta se cortó con él. Sus gotas de sangre marcaban el camino que llevaba a su cuna, donde su madre le esperaba. Con varios billetes le fue limpiando cada una de sus manchas y le juró que nunca se lo diría a nadie. Hacía bien en ocultarlo porque así ella podía librarse del marido que nunca mató pero del que heredó mucho dinero, dejando a su hijo adicto a una droga que siempre le ayudaría. La sociedad enmudeció al enterarse de la noticia, apenada por el adolescente que asesinó accidentalmente a su padre con el cuchillo que reflejaba el rostro orgulloso de su madre.

- Una vez creí haber encontrado una Musa llamada Libertad ¿sabes? Era muy hermosa y siempre estaba pensando en ella; la amaba más profundamente que los jadeos y convulsiones del sucio sexo. No tenía ojos para coquetear o prometer, pero lo veía todo con una sabiduría mágicamente equilibrada. No odiaba ni anhelaba, era libre de las trampas de la alegría y el dolor; lo que más me gustaba de ella era la pureza de su desdén, cómo no me respetaba ni me temía. Fue la primera vez que amé hasta que me convertí en su esclavo y me di cuenta de que Libertad había cambiado. Durante un tiempo fui muy feliz con ella pero finalmente pude comprobar que mi única Libertad era la de pasar hambre y morir.

- Todo esa historia me parece muy triste pero veo que ya no te acuerdas de lo que pasó después de convertirme en tu Musa. ¡Qué impacto produjo tu poema entre la sociedad bohemia! Todos esos adictos querían conocer a la chica que habías diseccionado con tu pluma, plasmar en un cuadro aquel cuerpo que consideraban perfecto, recorrer con su lengua cada llaga y cicatriz que mostraste al mundo. Yo me negué a cualquier reconocimiento e iba detrás de ti para que nadie me viera, como si fuera tu sombra. Entre café y café nocturno, la oscuridad era el mejor ambiente en el que te desenvolvías y todo el mundo sabe que la noche es una única sombra...

- Es cierto que me hice muy famoso entre los artistas y fui invitado a numerosas reuniones. Comentábamos el arte del momento, todos esos cambios políticos en Europa y lo maravilloso que era el sopor que provocaba el opio. Muchos de mis amigos lo utilizaban para viajar al mundo trascendental y encontrar las sinestesias que reproducían en sus poemas. Así me enteré de la música añil del violonchelo, el olor del perfume fresco como la piel de los niños, las lágrimas férreas de la mañana, el cristal purpúreo de la muerte... Todo ello me envolvió en su halo divino, me sentía como un dios que no quería despertarse de ese mundo de Musas. Fue en ese momento cuando me abandoné a la escritura automática y llené hojas y hojas de manchas que después aparecían en mis sueños. Cogía mi lápiz afilado en cualquier clavo de la mesa y lo situaba encima del papel, abandonando mi mano a mí subconsciente para que bailara frenéticamente sobre la cuartilla. Podía sentir que tenía vida propia, una energía que la liberaba y que la empujaba a esbozar manchas humanas, sombras que después me seguían por todos lados.

- Recuerdo bien cómo te sentías al despertarte. No recordabas nada de lo que había pasado y al ver lo que tu mano había escrito te entraba el miedo y la locura, prendiendo fuego rápidamente al papel. No podías apartar tu mirada de la llama, como si supieras que estabas reduciendo a cenizas las claves de tu vida, y sólo conseguías salir del trance al oler la carne quemada, llevándote los dedos a la boca como si fueras un bebé salido del infierno.

jueves, 26 de agosto de 2010

Mi Musa (I)

Episodio 1


La oscuridad ya se cernía en la ciudad cuando ésta empezaba a iluminarse. Las gentes prendían fuego a su dinero y lo entregaban a los troncos putrefactos para que éstos les dieran calor (las chimeneas escupían sudor y lágrimas a la noche) cuando la Musa se sentó en el sofá raído y rozado por cuerpos carcomidos de miseria.

- Acabas de llegar y ya estás cansada. Siempre has sido una floja, mi Musa. ¿Te acuerdas cuando te conocí? Ibas andando con tus compañeras y una a una te fueron dejando sola para juntarse con otros de más provecho y yo salí a tu paso. ¡Menudo susto me llevé cuando me escupiste a la cara y me dijiste que esa noche no estabas libre! Yo te contesté que sólo quería hablar, expulsar todo mi resentimiento contra el mundo y que para ello no tenías por qué desnudarte.

- Y yo enseguida acepté tus mil francos y subimos a la pensión. Pero date prisa y termina tu historia, tengo frío y no sé cuánto aguantaré en esta maldita habitación.

- La paciencia nunca ha sido tu fuerte pero esa noche demostraste lo contrario y escuchaste todo lo que yo tosía, interrumpiéndome sólo para que te pasara mi pipa de hachís. Mis únicos recuerdos antes de volverme adicto a esa bendita droga eran los gritos de mi padre diciéndome que la vida bohemia me traería problemas, que de ella nada bueno se sacaba. ¡Si me hubiera visto la sonrisa cortada de esa noche y mis dedos llenos de esa hierba se habría tirado al suelo para lamérmelos! Y así fue como te enteraste de todo lo que volvía loca mi mente, de cómo llevaba años buscando una Musa a la que dedicarle uno de mis poemas o, mejor dicho, mi primer poema. Todos mis compañeros tenían a sus Musas, una para cada estación del año y cama sin somier, mientras yo manoseaba a todas y ninguna se pegaba a mí.

- Entonces fue cuando te echaste a llorar ¿no? Nunca en mi vida me reí tanto como esa noche, cuando un loco aprendiz de poeta me convirtió en su Musa. Sentí lástima de ti y me ofrecí para que me compusieras lo más bello que surgiera de tus manos mugrientas. Y así fue como cogiste lápiz y papel mientras yo me desnudaba, y comenzaste a describir todas mis cicatrices, mis llagas, mis desgarros, mi labio partido en dos, mi mirada desviada hacia la oscuridad, mis pezones amputados... Y cuando leí lo que habías escrito entre calada y calada volvieron a mi mente todos esos recuerdos. ¡ Sentí cómo quemaban con el cigarro mi cara, grité al filo de la navaja que seccionaba mis pechos, tragué el whisky que escocía la mordedura que partió mis labios! ¿Y todo para qué?

- Para que pudiera escribir mi primer poema, querida Musa. Esa noche fue la más feliz de mi vida porque pude saber de lo que era capaz. Yo también sentí como la sangre manchaba mis manos y se mezclaba con el whisky en mi garganta pero el hachís me inspiró que debía describir tu cuerpo. Encarnabas todo el ambiente que nos rodeaba a los bohemios, formabas parte de nuestras compañías nocturnas, la miseria y olor a muerte de nuestra sociedad. Porque tú olías a incienso, ¿sabes? Como cada vez que iba a un entierro de algún compañero o lavaba la pipa de hachís en cualquier pila con agua bendita, ese olor siempre estaba allí, recordándome lo que era. El dinero que no tenía, los jirones de ropa que iba dejando en cada cama, los mendrugos de pan que robaba de la boca de los perros; todo eso olía a incienso. No podía dejarte escapar y me hice tu dueño, metiendo en cada poro de tu piel los mil francos que te había prometido, clavándotelos para que al sacártelos recordaras al hombre que te hizo su Musa.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Dejé de ser yo para convertirme en ellos (V- final)

Episodio 5 (final)

Al principio de todo existió la Nada. Antes de la vida existió la Nada. Después de mí volverá a existir la Nada. Veo como se acerca mi último primer momento y la Nada se cierne sobre mí. Todo lo que fui y soy desaparece bajo mi mirada y no puedo evitarlo. Es triste ver como una vida como la mía o la de cualquier otro se destruye en un breve tiempo sin que la impotencia de uno mismo lo frene. Es inútil la ira en estos casos pues lo único que hace es sumarle al proceso dolor. Y la única manera de vencer a la Nada y dejar de sufrir es la primera muerte. Ella llega cuando menos te lo esperas para arrebatarte todo lo que has conseguido y castigarte por tus errores. Lo pasado vuelve para enfrentarte a tu destino y enseñarte lo que en realidad eres: un cúmulo de errores. En ese momento es cuando de verdad te reconoces y tomas las riendas de tu destino. En mitad de tu vida es cuando comienzas a vivir. Lo anterior ha sido una preparación para lo que serás. Cada día te vas dando cuenta de que ya no eres tú, poco a poco vas perdiendo todo tu ser y el sufrimiento por dejar de existir te inunda. Lo que pocos saben es que ese momento no es tan doloroso gracias a la felicidad que se siente al superarlo. Todo el mundo, cada uno a su tiempo, debe pasar ese juicio donde demuestras si de verdad quieres seguir viviendo. La segunda vida es la verdadera y la que recordarán nuestros seres queridos cuando nos hayamos elevado. Yo he vivido ese momento y creí no volver a ser yo para convertirme en “ellos". Mi conciencia salió de mi cuerpo y no respondía a ningún estímulo. Mucho sufristeis los que ahora me escucháis y yo lo hice con vosotros pero mi desarrollo era más importante. Mi despertar se aproxima y no recordaré nada, pero mi alma descansará en paz estando viva. He llegado al equilibrio y estoy dispuesto a afrontar una Nueva Vida.
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El sujeto ya ha recuperado toda la conciencia y descansa en su casa. De sus conversaciones he podido llegar a la conclusión de que nos encontramos ante alguien muy especial. Al principio pensé que se identificaba con los personajes que hablaban por su boca y solamente era él disfrazado de niño ciego, bailarina, poeta alérgico o mesías. De sus datos biográficos se deducía que era un ser solitario y sumido en su imaginación, pero con una relación afable con el mundo real. Esto concordaba con la personalidad de los personajes, todos ellos irrealizados y con un cierto odio contra el mundo, como si no pertenecieran a él y su vida fuera tangencial a la de los demás. El diagnóstico médico sería claro: desequilibrio mental con posibilidad de internamiento. Estaba equivocado. Después de las pruebas realizadas a las libretas que la madre del sujeto me proporcionó he podido leer su contenido borrado y la verdad se ha presentado como la más visible de las evidencias. El chico escribía desde pequeño todos sus pensamientos en las libretas pero al final acabó borrando todo. Mi experiencia me lleva a adoptar una teoría que explique la situación. Como dijo su madre, la imaginación del chico le hacía escribir todo el día historias y personajes que él mismo creaba. La personalidad algo ególatra y elitista del sujeto le hizo pensar que nadie comprendería su arte y esto, sumado a la apatía que la madre demostraba por las lecturas de su hijo, le hizo encerrarse en sí mismo. Interiorizó todos sus personajes e historias y sólo creaba para él mismo, sin escribir nada en las libretas que cualquier persona podría leer. Al final llegó un momento en el cual no pudo retener más su creación y terminó entrando en un estado alterado de la conciencia que le hizo representar a sus personajes en forma de, a veces, incomprensibles monólogos. La personalidad única y poco estudiada del chico se manifiesta en los temas sobre los que imagina, impropios de su joven edad. En futuras conversaciones intentaré descubrir la elección de los personajes y esos sentimientos de resentimiento contra el mundo. Por último, supongo que quien estaba hablando en el último monólogo era él mismo, como una forma de volver a su propio ser y salir de ese estado alterado. Su teoría, con una base filosófica -o solamente imaginativa-, me interesa mucho y quisiera saber cómo ha llegado a tales conclusiones.